Los siete errores de los GPTs

O por qué los GPTs no son tan buenos si tienes un negocio.

“Mamá, papá, este GPT sabe cosas sobre mí…”

¿Podría pasar?

Veámoslo.

La primera semana de noviembre vino marcada por muchísimas sorpresas en el ámbito de la Inteligencia Artificial.

OpenAI, la empresa que ahora mismo es líder de este sector, sacaba sus nuevos juguetes a la palestra ante la mirada de un mundo cada vez más inmerso en la IA.

Se anunciaron varias novedades, pero una de ellas destacaba sobre el resto.

La llegada de los GPTs…

Es decir, versiones propias de ChatGPT entrenadas para un objetivo específico.

¿Por qué armó tanto revuelo?

Fácil, porque el conocimiento de ChatGPT es demasiado amplio.

Tan amplio, que si no le preguntas de una manera muy clara, específica y concisa, te dará una respuesta muy genérica que seguramente no te servirá para lo que quieres hacer.

Eso obligaba a seguir un sistema para que ChatGPT supiera responderte de la mejor manera posible.

Y la mayoría de las veces, se hace (salvando mucho las distancias) siguiendo una estructura.

Por ejemplo, si yo quisiera que ChatGPT me ayudase a encontrar un cliente ideal para un curso de cocina que quiero vender, lo ideal sería que siguiera un sistema parecido a este:

  1.  Unas primeras directrices, donde le dices a ChatGPT cómo quieres que actúe.

    Ejemplo: “Actúa como un experto en márketing digital con más de 5 años de experiencia en…“.

  2. Instrucciones claras y concisas sobre la acción que se pretende que ChatGPT realice por nosotros.

    Ejemplo: “Crea un buyer persona para un curso de cocina. Quiero la siguiente información: Género, Edad, Ubicación, Estado civil Trabajo, Intereses, Comportamientos, Historial web, Una lista de 10 términos de Búsqueda, Una lista de 7 puntos de dolor, Objetivos, ¿Cómo podemos ayudarlo?“.

  3. Una parte final de formato, donde explicas el tipo de respuesta que esperas.

    Ejemplo: “Organiza la información en un archivo CSV que pueda exportar a Excel”.

Con la llegada de los GPTs, ya no hace falta este sistema.

Porque los GPTs ya han sido instruídos con un prompt como el que te he enseñado arriba.

Y ya no solamente eso, sino que también tienen la capacidad de crear imágenes, analizar código, conectarse a otras aplicaciones externas, leer PDFs…

Así que solo tienes que usar el que más se ajuste a tus necesidades.

Ya no tienes que pedirle a chatGPT que actúe como un profesor, un inversor, un diseñador gráfico o un profesional de los juegos de mesa.

Porque habrá un GPT que actúe como un profesor, otro como un inversor, otro como un diseñador gráfico y otro como un profesional de los juegos de mesa.

Así que simplemente buscas el GPT que más se adapte a tus necesidades, le haces la consulta que creas conveniente…y listo.

Crear tus propios GPT es tremendamente fácil.

Tan fácil que cualquiera con una suscripción a ChatGPT Plus puede hacerlo.

Además, OpenAI también anunción una GPT Store donde puedes monetizar tus propios GPTs y ganar dinero si se usan mucho.

Suena bien, ¿verdad?

Sí, de hecho diría que demasiado bien.

Y ya sabes lo que pasa cuando algo es demasiado bueno para ser cierto…

Ya te puedes imaginar lo que ha paso en los últimos meses.

Han proliferado miles de GPTs que realizan miles y miles de tareas muy diversas entre sí, todos buscando ocupar ese primer puesto en la GPT Store.

Literalmente, ya hay un GPT para casi todo.

Es una fiebre del oro. Todo el mundo quiere crear su propio GPT.

Muchas personas lo comparan crear tu propia página web hace 25 años.

Y probablemente, tú ahora estés pensando en lo mismo si tienes un negocio.

Sin embargo, hay un par de problemillas que hacen que un GPT no sea la opción ideal para ti si tienes un negocio.

Muchas empresas lo saben. De hecho, hay muy, muuuy pocas empresas que hayan lanzado su propio GPT al público.

Y en este artículo, te mostraré varias razones.

Razón Nº 1:

OpenAI usará tus datos para entrenar a sus modelos.

Imagínate que creas un GPT que actúe como un entrenador personal. Lo llamaremos “GPTrainer”.

Hay un apartado en el que le dices que actúe como un entrenador personal y le das directrices sobre cómo debe comportarse contigo, los planes de entrenamiento que quieres que te recomiende, el tono con el que quieres que se dirija a ti…

Le pasas un par de PDFs sobre entrenamiento personal para que aprenda sobre ellos.

Y lo publicas para que todo el mundo pueda usarlo y tú montes en el dólar durante el resto de tus vidas.

Bien, pero…

A partir de ahora, toda la información que se le dé a GPTrainer acabará siendo parte de la base de datos de OpenAI.

Y con toda la información, me refiero a “toda la información”.

  • Las Instrucciones Personalizadas que le has dado.

  • Cualquier conversación que tengas con GPTrainer.

  • Cualquier archivo que compartas con GPTrainer.

Eso, además, también significa que cualquiera puede acceder a esa información si se la pide a GPTrainer de la manera correcta.

A mí, personalmente, incluso me asusta lo fácil que es hacerlo.

El proceso por el cuál alguien es capaz de hackear un GPT se llama “jailbreaking” y enseñaré lo que es en otros artículos.

Razón Nº 2:

Los GPTs sólo están disponibles para personas que puedan usar GPT Plus.

Es verdad que puedes compartir los GPTs que creas con otras personas.

Pero lo que te ofrece OpenAI para compartirlos es un link para que puedas usarlos dentro de la plataforma de ChatGPT.

Es decir, si tú publicas un GPT para que lo usen tus clientes, ten en cuenta que ellos sólo lo podrán usarlo si se meten en la página web de ChatGPT y además, pagan unos 20€ al mes por una cuenta de GPT Plus.

Vamos, que estarás lanzando un producto al que gran parte de tus clientes no podrá acceder por factores que no dependen de ti.

Con lo fácil que sería poder integrar los GPTs a tu página web para que todo el mundo pudiera usarlos cuando quisiera conveniente.

Imagínate tener un GPT al que has entrenado para actuar como asistente de compras que ayude a las personas que visitan la web de un negocio.

Ayudando a generar leads, resolver dudas específicas, escoger producos que se ajusten a las necesidades de tus clientes.

Peeeeeeroo….

Razón Nº 3:

No puedes integrar los GPTs en páginas web.

Al menos, no directamente.

Porque puedes usar el link que te proporciona OpenAI para compartir tu GPT, pero volvemos a lo de antes.

Tendrás que tener una cuenta de GPT Plus para usarlos…por lo que matas de un plumazo toda la experiencia del cliente.

E incluso si tuvieras clientes dispuestos a hacer todo ese proceso para interactuar con tu GPT, deberás tener en cuenta una cosa.

Razón Nº 5:

Los GPTs alucinan…y mucho.

Entendiendo “alucinar” como inventarse cosas.

ChatGPT no tiene la respuesta ante todo. Y si no la conoce, se la inventará.

Con los GPTs pasa lo mismo.

Y claro, cuando tienes un GPT que está entrenado con los datos de tu negocio…y que encima está actuando como un representante robotizado de tu negocio…

Pues te conviene que sea transparente y que proporcie información veraz sobre él, no que tenga inventiva en algunos momentos determinados.

Pero es complicado controlar esa parte…y mucho.

Pero es que además…

Razón Nº 6:

No hay registro de los chats que se tienen con los GPTs.

Es decir, no sólo tienes el problema de que los GPTs tiendan a inventarse cosas.

Sino que, para más inri, ni siquiera sabes si se las están inventando porque no puedes acceder a esas conversaciones que los GPTs están teniendo con tus clientes.

Y tiene sentido. Si tú estás construyendo un GPT bajo la interfaz de OpenAI prácticamente gratis, OpenAI no tiene la obligación de enseñarte cómo se está usando ese GPT.

Por lo tanto, no puedes auditarlo, ni identificar patrones de conducta, ni ajustarlo con datos reales para que funcione mejor…

Hablando de datos…

Razón Nº 7:

Los datos con los que puedes alimentar a tus GPTs son muy limitados.

Concretamente, 1 millón y medio de palabras.

Que sería algo parecido a unas 1900 páginas.

Parece mucho, pero tú pregúntale a Siemens, Philips o Adobe cuántos documentos guardan en sus bases de datos.

Entonces, ¿qué puedo hacer?

Por el momento, no te alarmes.

Puedes seguir usando los GPTs en tu día a día. Simplemente, hazlo teniendo en cuenta todo lo que te acabo de comentar.

Usar estas herramientas se hace mucho más fácil cuando descubres qué puedes delegar en ellas y qué no.

Dicho lo cual…

La mayoría de problemas que te he mencionado se pueden solucionar de una manera muy simple.

¿Cómo?

Usando Assistants Api para crear un asistente

Y..¿qué es esto?

Pues un asistente es lo mismo que un GPT, pero modificado para que puedas integrarlo a tus páginas web de una manera mucho más limpia.

El proceso es parecido cuando creas un GPT.

Pero en lugar de crearlo desde la plataforma de ChatGPT, lo creas desde aquí.

Lo malo es que requiere algo de código para que puedas integrarlo en tu web.

Pero te garantizo que el resultado final es bastante mejor.

Te da la opción de:

  • Integrar asistentes virtuales en otras webs.

  • Guardar los datos que se comparten con los agentes que crees en Assistants API. Es decir, OpenAI ya no tendrá acceso a tus datos ni podrá usarlos para entrenar a tus modelos.

  • Como te da la opción de integrar los agentes en tu web, todo el mundo lo podrá usar y aprovechar el poder de la IA.

  • Podrás tener acceso a todas las conversaciones que se generen con tu agente virtual.

Así que yo creo que compensa.

De hecho, es uno de los servicios que estoy empezando a ofrecer.

Y si quieres aprovechar de verdad el poder de la IA generativa y usarlo para tus clientes, yo me lo plantearía.

Si te gusta la idea, mándame un correo y hablamos.

Mientras tanto…

¡Nos vemos en la jungla!

Suscríbete y sigue aprendiendo a navegar la jungla digital

This content is free, but you must be subscribed to Mamá, Papá e IA to continue reading.

Already a subscriber?Sign In.Not now