Préstale mucha Atención a la Inteligencia Artificial

Cuento de terror + Regalito al final

“Mamá, papá, miradme.”

Seguro que si tienes hijos estás hasta las narices de escuchar esto en tu día a día.

En el patio de tu casa, en un parque o incluso en una comida familiar que puede tornarse demasiado aburrida para la mente inquieta de un niño.

Y es algo que tenemos muy, MUY interiorizado. Entendemos que un niño necesita esas llamadas de atención, porque para ellos, son un reclamo. Les encanta que les demos seguridad en esos “logros” pequeños que van consiguiendo en el día a día…como si mirarles fuera una palmadita en la espalda para seguir explorando el mundo y sus sorpresas.

Puede que por eso mi madre se pasaba la mitad del día prestando atención a las cosas que se me ocurrían hacer para matar el aburrimiento…aunque también puede que fuera porque soy Leo y me encantaba que estuvieran pendientes de mí (?).

Bueno…mejor dicho…me encanta.

Porque esa necesidad básica de atención no se desvanece de la noche a la mañana cuando cumplimos los 18.

Porque la atención es una de las cosas que más deseamos a un nivel evolutivo.

Queremos que la gente nos escuche y nos resulta seductora la idea de que alguien valide lo que hacemos. 

Le da sentido a nuestra existencia.

Según vamos creciendo, buscamos esa atención en padres, madres, políticos, mascotas, amigos, pareja, clubs de baile, de ajedrez, de rugby subacuático…

Y poco a poco, ellos nos dan esa atención que demandamos.

Pero David, ¿y ésto que tiene que ver con la Inteligencia Artificial?

Mucho.

La Inteligencia Artificial está diseñada para formar relaciones íntimas con humanos.

Las IAs se nutren de algoritmos, y a su vez, el objetivo de esos algoritmos es saber qué nos gusta, qué nos disgusta, qué amamos, qué necesitamos…y en definitiva, a qué prestamos atención.

Y que puede utilizarlo para conversar contigo, cuando, donde y como quieras.

Imagínate ese tipo de relación con la tecnología.

Contar con algo cuyo único objetivo es estar completamente dedicado a tu atención, a tu placer y a tus gustos.

Algo perfectamente calibrado y adaptado a tu personalidad.

Entrenado para satisfacer toda petición que le hagas.

¿Podría ser el inicio de un paulatino aislamiento del mundo para refugiarnos en una especie de “mayordomo digital” que cumple todos nuestros deseos.?

Desde luego, no será el caso a corto plazo. Vivimos en una sociedad y nos gusta sentirnos parte de una tribu…

Pero cuando socializas, también te expones a ser juzgado o a que corrijan tu conducta.

Cuando te amoldas a un colectivo, tienes que seguir las normas de ese colectivo.

Pero, sorpresa, la Inteligencia Artificial no funciona así.

¿Qué?

Todo le parece bien y hace exactamente lo que quieres.

Y además, lo hace sin mirarte mal ni juzgarte por las decisiones que tomas., porque no está diseñado para ello. No corrige tu conducta, como ocurre normalmente cuando socializas.

La IA no tiene pensamiento crítico, simplemente acata nuestras órdenes y sigue nuestros valores morales y éticos…

Es decir, reafirma los valores positivos que tengamos…pero también puede exacerbar los negativos.

Aunque eso a nuestro cerebro le da igual. Buscamos atención y que nos validen, tal y como somos.

Por eso la Inteligencia Artificial tiene el potencial para ser el instrumento perfecto de alienación.

Porque, en el peor de los casos, te mete en una “burbuja de pensamiento” en la que sólo cabes tú…y todo lo que salga de esa burbuja es tóxico, porque no es el espacio seguro que una IA te podría llegar a ofrecer.

Y acaba convirtiéndose en la droga más dura a la que se haya enfrentado jamás nuestra mente.

Y con ello, en una amenaza para la democracia y nuestra sociedad, si cae en manos que puedan llegar a manipularnos a ese nivel.

Esto es en el peor de los peores casos posibles.

Pero solo quiero advertir de que puede pasar si no se usa la IA de manera ética.

¿Cómo protegerse de algo así?

Vale, has llegado hasta aquí tras comerte ¾ partes del argumento de esta peli de terror.

Felicidades.

Bueno, de hecho, que ya estés apuntado a esta newsletter significa que este tema te preocupa.

Porque la IA es algo que hay que usar con precaución, pero sobre todo, con sabiduría.

Y lo mejor que podemos hacer al respecto es precisamente eso.

Seguir formándonos en su uso.

Ser flexibles y ponernos adaptar a una tecnología que avanza mucho más rápido de lo que lo hecho nunca otro tipo de tecnología.

Entendiendo cómo funciona, cómo se usa…y cómo podemos usarla a nuestro favor.

Lo bueno es que existen un millón de formas de hacerlo bien.

De hecho, ayer mismo di un webinario sobre cómo usar estas herramientas para mejorar nuestra salud mental.

Este fin de semana te contaré más en profundidad cómo se puede usar la IA en este ámbito.

Pondré un par de casos de uso, explicaré por qué creo que la IA tiene mucho que aportar al ámbito de la salud mental y haré una lista para que tú puedas probarla por ti mism@.

El siguiente webinario va a ser el lunes 6 de agosto a las 6:30pm CET.

Y ya que tú estás suscrit@, puedes elegir el tema.

Sólo hay dos reglas:

  1. El tema tiene que ser “Cómo usar la IA para [……….]”

  2. El tema del webinario lo decidirá la primera persona que me mande un correo. Si para este sábado a las 6pm no he recibido ninguna respuesta, decidiré yo el tema.

Y poco más.

Gracias por leerme.

Espero con ganas tu correo y ver para qué te gustaría usar la IA.

¡Nos vemos en la jungla!

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