Feliz dIA de Reyes.

Mamá, papá, ¡que han venido los Reyes!”

Así se han despertado miles de familias esta mañana.

Y no es para menos…

La Noche del 5 al 6 de enero es una noche mágica en muchos países de habla hispana.

Tan mágica que, incluso a mis 28 años de edad, me genera tanta ilusión como hace dos décadas.

Aún dejo galletas para los camellos de los Reyes.

Todavía limpio mis zapatos para darle una buena impresión a Sus Majestades.

Y esta mañana, al igual que el año pasado, se me ha escapado una lagrimilla de felicidad al ver que los Reyes Magos nunca faltan a su cita.

La mañana del 6 de enero es diferente al resto.

Tomas chocolate caliente, despides las Navidades con tu gente, ves a los hijos de los vecinos estrenar nuevos juguetes…

Todo el ambiente está envuelto de chispa, magia y alegría.

Y es que, aunque casi todos han pedido y recibido sus regalos…

Eso es lo de menos.

A mí de pequeño me gustaban los Reyes por estrenar algo nuevo.

Ahora me gustan por la tradición y por las personas con quien lo comparto.

Porque la Navidad, antes que algo material, siempre ha intentado ser una llamada a la esperanza, la bondad y la unidad.

A reflexionar sobre cómo, más allá de los regalos materiales, lo que realmente valoramos es la conexión humana, la capacidad de compartir, y el deseo de hacer del mundo un lugar mejor.

Y ahora mucho más.

No te hace falta estar suscrito a mi newsletter para saber que vivimos en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología.

O que la Inteligencia Artificial se está convirtiendo en una parte integral de nuestro día a día.

Pero para lo que te puede servir esta newsletter es para saber cómo puede esta poderosa herramienta ayudarnos a ser mejores personas y a estar más unidos.

Se habla mucho del lado oscuro de la Inteligencia Artificial.

De los miles de trabajos que va a destruir y de los dilemas que supone a nivel moral, ético, antropológico, económico, sociocultural…

Pero se habla muy poco de que, en su esencia, esta tecnología es un reflejo de nuestra creatividad e ingenio.

Un add-on, una extensión de nuestra búsqueda constante de conocimiento y comprensión.

Cuanta más curiosidad y creatividad tengas, más partido podrás sacarle a esta tecnología.

Más tareas podrás delegar.

Más tiempo tendrás para aquellas cosas que te apasionan.

Más creativo y curioso te volverás.

Y vuelta a empezar.

Por eso, así como los Reyes Magos siguieron una estrella para ofrecer sus dones, nosotros podemos usar la Inteligencia Artificial para navegar hacia un futuro que brille más que nuestro pasado.

La Inteligencia Artificial puede actuar como un faro para la consciencia humana.

• Ayudándonos a resolver desafíos globales, desde combatir el cambio climático hasta mejorar la atención médica y la educación.

• Conectándonos con otros y superando barreras de idioma y distancia.

• Fomentando una comprensión real entre diferentes culturas y comunidades.

Y para muestra, este regalo que me ha llegado.

Un vídeo 100% hecho con Inteligencia Artificial, pero con mucho, mucho toque humano.

El de abajo.

Este vídeo me ha llegado a las 11 de la mañana.

Y me ha demostrado que la Inteligencia Artificial puede dar una voz más para que estemos más unidos, o más separados.

De nosotros depende qué camino escoja.

Pero…ese es el reto.

Usar la Inteligencia Artificial no solo para avanzar en nuestra sociedad, ni para ayudarnos en nuestro negocio.

Sino también para reforzar los valores que nos hacen humanos.

La compasión, la solidaridad, y la esperanza.

Esas cosas que no puedes pedirle a Siri.

Al igual que en la Noche de Reyes, la Inteligencia Artificial puede ser un regalo que, usado sabiamente y con corazón, tiene el poder de unirnos y elevar nuestro espíritu colectivo.

Y estoy preparando un par de cositas para los que estáis en esta newsletter.

No sólo para que conozcas mejor la Inteligencia Artificial en todo su esplendor, más allá de chatGPT.

Sino para que tú aprendas a usarla bien.

Sabiendo qué puede hacer y qué no.

Y dándole alas a esas cosas que siempre has querido hacer.

Saber qué es no tiene mucho misterio.

Pero te doy una pista.

NO es un curso.

Estoy buscando a las primeras personas que quieran probar lo que tengo en mente.

Si quieres ser una de ellas, pulsa este botón.

El botón no lleva a ninguna web.

Sólo te llevará otra vez al vídeo.

Pero que pulses el botón me ayuda a saber si te interesa.

Nada más por hoy.

Ojalá que los Reyes nos inspiran más a mirar hacia el futuro.

Con esperanza y determinación.

Abrazando las maravillas de la tecnología como herramientas para construir un mundo más amable y conectado.

Y estando más conectados a esas personas que nos hacen ser quienes queremos ser.

¡Nos vemos en la jungla!